El 84% de los italianos considera que el vino es bueno para la salud

Para el 84% de los italianos, el consumo moderado de vino es bueno para la salud. Estos son los resultados de la encuesta Coldiretti y Centro Studi Divulga presentada recientemente en Vinitaly. Casi uno de cada tres italianos (32%) cree que los avisos similares a los que en la actualidad aparecen en las cajetillas de tabaco reducirían el consumo de vino, que hasta un 46% considera una expresión de la cultura y los territorios nacionales.

Una parte muy importante de los encuestados consumidores de vino (42%) lo toman con regularidad, con picos del 49% si se considera solo a las personas con un nivel de estudios alto y del 46% entre los mayores de 65 años, según Coldiretti/Centro Studi Divulga. Una prueba de que, en la cultura de los italianos, el vino es un componente de pleno derecho de la Dieta Mediterránea. En la misma línea, a la pregunta de qué representa el vino, la respuesta predominante sea que es una expresión de la cultura y el territorio nacionales, mientras que en segundo lugar está “una fuente de placer” y en tercero “una forma de estar juntos”.

Entre los encuestados, el más popular es el vino tinto tranquilo, preferido por el 48% de los consumidores; superando al blanco (31%) y al espumoso (12%), mientras que el rosado es indicado por el 8%.

La compañía preferida para el consumo de vino es la familia, según más de la mitad (51%) de los entrevistados, mientras que otro 29% lo bebe con amigos. Luego hay un 13% que prefiere el vino cuando está con su pareja. Sólo el 6% afirma que lo bebe solo. El entorno doméstico es, por tanto, el lugar preferido de consumo, seguidas de restaurantes y vinotecas.

Por lugar de compra, la encuesta revela que el principal es el supermercado (62%), mientras que en segundo lugar están las bodegas y tiendas de bodega con un 30%, seguidas de vinotecas, pequeñas tiendas de ultramarinos y tiendas de descuento, mientras que la web sigue atrayendo sólo al 5% de los pedidos.

A la hora de comprar, la primera característica que se tiene en cuenta es la zona de producción, firmemente por delante del precio y la marca, pero también hay quien se fija en el grado alcohólico y la certificación ecológica. La mitad de los encuestados (50%) afirma que prefiere consumir vinos de su propia región, frente al 26% que lo elige de otras regiones italianas y el 23% para el que la procedencia es indiferente.