AVA señala que 2022 agravó la crisis de rentabilidad de los viticultores de la C. Valenciana
Publicado el Por Vicent Escamilla

La organización agraria AVA Asaja realizó el pasado 11 de enero su tradicional balance del último ejercicio (2022) para el sector agrario de la C. Valenciana. Fue un ejercicio marcado por el incremento de los costes productivos, que “han alcanzado máximos históricos en la agricultura y la ganadería valenciana, hasta el extremo de situarse por encima de los precios en origen y hundir la rentabilidad de miles de explotaciones agropecuarias”.
Asimismo, el cambio climático y sus efectos se han hecho muy patentes a lo largo de 2022. Las sucesivas adversidades climáticas (heladas, falta de horas de sol en primavera, lluvias persistentes y torrenciales, pedrisco, sequía, calor en invierno, etc.) provocaron desplomes de cosechas en los principales cultivos. Entre ellos, la vendimia de uva (-25%) o la cosecha del olivar (que, según esta fuente, se ha visto mermada en un 85%).
En su análisis específico del cultivo de la uva en la C. Valenciana, AVA Asaja destaca que Los viticultores “no salen de la crisis de rentabilidad que arrastran desde hace tiempo, que la pandemia agravó y que la guerra no ayuda a mejorar porque ha cerrado el mercado ruso a productos que aún no estaban vetados como el vino”.
En términos productivos, la organización señala que la producción ha sido similar en el ámbito de la D.O.P. Valencia, excepto en la subzona del Alto Turia, y la I.G.P. Castellón. Sin embargo, la comarca de Utiel-Requena, sufrió un descenso de la cosecha del 25% debido a los daños del pedrisco y la sequía en verano.
El mercado del vino ha tenido como principal novedad el brusco parón de compras de tintos, una circunstancia que está hundiendo las cotizaciones en origen. AVA-Asaja lo atribuye a la entrada de importaciones a España, tanto de países terceros como europeos. Por el contrario, en los casos de vinos blancos y rosados se prevé que vaya saliendo toda la producción de manera fluida. Los precios en origen del cava valenciano apenas han mejorado pese al incremento del valor comercial que registra entre los consumidores.
AVA Asaja no se olvida de que el Parlamento Europeo finalmente relajó el texto original de un informe que hubiera supuesto un “daño irreparable” a la imagen del vino y que ahora pone el foco en defender un consumo moderado y responsable de vino. “Las enmiendas presentadas por europarlamentarios valencianos y españoles, debido a las reivindicaciones del sector vitivinícola, despejaron el temor de que el vino incorpore alertas sanitarias como ocurre en las cajetillas de tabaco”, valora.
Este año pasado también, AVA-Asaja denunció una campaña de “acoso” de la Guardia Civil y la Inspección de Trabajo dirigida a viticultores de Utiel-Requena que no solo provocó un perjuicio económico en muchos casos, sino que “dificultaron las labores de la vendimia en unos pocos días en los que se acumula mucha carga de trabajo y hay problemas para encontrar mano de obra”.
En cuanto al olivar, tal y como hemos señalado al inicio, la producción autonómica en el sector del olivar se desplomó en torno al 85% respecto a una cosecha normal. Hasta tal punto fue la escasez en algunas zonas interiores de Valencia que olivicultores y almazaras decidieron abrir unos pocos días e incluso ninguno sabiendo que no sería viable recogerla. En zonas productoras de Castellón como La Plana Alta, Baix Maestrat i Alt Maestrat las mermas resultaron ligeramente menos acusadas. Como consecuencia, muchos olivicultores no pudieron beneficiarse de los precios del aceite que se han disparado a niveles históricos en un contexto de inflación y reducción de oferta mundial.
AVA-Asaja atribuye este hundimiento productivo a una serie de inclemencias climáticas. En primer lugar, las lluvias persistentes durante los meses de abril y mayo favorecieron ataques virulentos de repilo, un hongo que diezma las hojas y debilita los olivos. Más adelante, la falta de lluvias y las sucesivas olas de calor a lo largo del verano intensificaron la caída al suelo de aceitunas a causa del estrés hídrico de los árboles. Por ello, AVA-Asaja solicitó tanto al Gobierno central como a la Generalitat Valenciana ayudas dirigidas a aliviar las graves pérdidas de producción y los sobrecostes económicos.
Ante la crítica rentabilidad de los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana, AVA-Asaja reclama a las administraciones “que se pongan las pilas” y una hoja de ruta que garantice una sostenibilidad no solo medioambiental, sino también económica.
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