Decenas de líderes de opinión vitivinícolas británicos abogan por envases alternativos al vidrio de un solo uso

Una cuarentena de líderes de opinión vitivinícola del Reino Unido, entre los que se encuentran Masters of Wine como Jancis Robinson, remitieron una carta abierta al Secretario del Tesoro, James Cartlidge, a través de la alianza de Comerciantes de Vino en favor de los Formatos Alternativos (Wine Traders For Alternative Formats - WTAF), para abogar por el empleo de envases alternativos en el envasado de vino, con el objetivo de minimizar su impacto ambiental.

Tal y como señalan, la fabricación y el reciclado de botellas de vidrio es el mayor contribuyente de gases de efecto invernadero del vino. “Para minimizar la huella de carbono de los vinos que bebemos, debemos buscar vinos en envases alternativos siempre que sea posible”.

Según explican en su escrito, cambiar el vidrio por formatos alternativos podría ahorrar hasta 750.000.000 KgCO₂e de emisiones cada año solo en el Reino Unido. Esa reducción de la huella de carbono equivaldría a retirar de la circulación 350.000 coches de la noche a la mañana y a más de un tercio de la huella de carbono del vino consumido en el Reino Unido.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) llegó recientemente a la conclusión de que, sin una reducción significativa de las emisiones en todos los sectores productivos, no será posible limitar el calentamiento global a 1,5ºC. En los escenarios que evaluaron, las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse un 43% esta década.

Los firmantes de la carta afirman que “el vino tiene el deber de alcanzar este objetivo como mínimo absoluto. Esto no será posible sin reducir nuestra dependencia de las botellas de vidrio tradicionales. Entre los formatos alternativos viables se encuentran el vino en caja, el vino en lata, los barriles, las botellas de vidrio retornables, las botellas de papel y las bolsas, todos ellos con una huella de carbono muy reducida, además de otras muchas ventajas”.

A su juicio, la diferencia de calidad entre estos formatos y el vino en botella de vidrio “es mínima o nula en el caso de los vinos que se consumen a los pocos meses de su compra, como ocurre en la mayoría de los casos”.

Asimismo, respaldan que se introduzcan incentivos fiscales para el consumo de envases alternativos respetuosos con el carbono.