La OIV defiende la legitimidad del vino como parte de un estilo de vida saludable

En diciembre de 2021, el BECA (Comité Especial del Parlamento Europeo para la Lucha contra el Cáncer) aprobó su informe en el que se afirmaba que no existe un nivel seguro de consumo de alcohol. Ahora, el Parlamento Europeo votará el 15 de febrero la aprobación del informe que podría recomendar incluir “etiquetas de advertencia sanitaria”. Por lo tanto, el vino podría ser considerado como una bebida potencialmente cancerígena junto con otras bebidas alcohólicas y como vemos hoy en día con el tabaco.

Sin embargo, la OIV siempre ha fomentado el consumo responsable y ha publicado numerosos trabajos sobre la investigación de los efectos del consumo moderado de vino en la salud.

Por lo tanto, y dados los objetivos comunes con la Organización Mundial de la Salud en la promoción de un modo de vida saludable, la cooperación debe ser crucial entre ambas Organizaciones y debemos fomentar un espacio de participación totalmente transparente. Por ello, la Organización Internacional de la Viña y el Vino mantuvo el pasado 3 de febrero una reunión en Ginebra con representantes de la OMS para debatir el papel y el tratamiento del vino en las políticas sobre el alcohol y diferenciarlo de otras bebidas industriales o productos como el tabaco.