Observaciones sobre viñas y conducciones eléctricas

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A partir de la Ilustración (siglo XVIII), la humanidad ha tendido a utilizar las fuerzas de la naturaleza y, a la vez, de la razón. Se han desarrollado evidentes éxitos, pero hoy se aprecian efectos de excesos que complican el futuro global. Era previsible y manifiesto que no ha habido equilibrio entre razón y utilización de la naturaleza.

Nosotros tuvimos la suerte de embebernos de la filosofía de Emerson que, ya en la juventud, nos imbuyó de aliarse de la naturaleza en vez de ir contra ella.

El desfase desde la razón a la utilización de la naturaleza ha llevado a la humanidad ante un muro psicológico ante el cual se responde de un modo atormentado por el cambio climático, con reacciones hasta de hechicería. Así, se está respondiendo desde la viticultura con rechazo, acaso irracional, contra conducciones eléctricas en el campo o hasta trazados de ferrocarril.