Una vendimia normal en cantidad y atípica en todo lo demás

La vendimia de esta campaña ha sido totalmente atípica, y pasará a la historia debido a la crisis y al impacto provocado por la pandemia de Covid-19. Si bien es cierto que esta crisis ha afectado al sector vitivinícola en todo el mundo, en nuestro país los efectos han sido verdaderamente catastróficos, con una reducción muy elevada del consumo de vino en el canal Horeca (restaurantes, bares…) debido al cierre y limitaciones en estos establecimientos, la caída del turismo; a la reducción de las exportaciones (un 4% en volumen y un 6% en valor en el conjunto de la campaña 2019/2020) y también al descenso del enoturismo y la venta directa que conlleva. Pero este impacto económico ha sido en especial muy duro para los viticultores, último y escalón más débil de la cadena alimentaria en el sector, con una pérdida notable en la rentabilidad económica de sus explotaciones.

Pero no solo los problemas han venido del impacto de los efectos causados por la pandemia, sino también por otros aspectos como la imposición de los aranceles de EE.UU. a los vinos españoles, o los efectos del Brexit en las exportaciones de nuestros vinos al Reino Unido.