¿Qué gobierna y gobernará la producción en un viñedo en secano?

 Publicado el Por F. de Herralde , I. Funes , X. Aranda , J. Jiménez , R. Savé

Artículo con gráficos en PDF adjunto.

La viticultura en la región mediterránea se ha consolidado a nivel mundial mediante la calidad en su manejo y el producto final entregable, lo cual se ha desarrollado por métodos agronómicos basados en el conocimiento ecofisiológico y genético de las variedades y patrones cultivados.

Así y todo, el crecimiento, el rendimiento y la calidad de la uva y el vino dependen en gran medida de clima, el cual es distinto desde que en los 70-80 empezó a cambiar, para no dejarlo de hacer hasta que nuestro sentido común no lo impida (a).

Las condiciones edafoclimáticas son uno de los mayores condicionantes del desarrollo de la agricultura. En nuestro caso, España además está englobada en el ecosistema mediterráneo que se caracteriza por un doble estrés, la sequía, altas temperaturas y altos niveles de radiación en verano y bajas o muy bajas temperaturas en invierno, junto con oscilaciones importantes del mismo a consecuencia de importantes fenómenos climáticos a nivel planetario como la Oscilación (OAN), Oscilación del Mediterráneo Occidental (WeMO) y la Oscilación del Ártico (AO) (Lopez Bustins et al. 2013, 2014). (Terradas and Savé 1992; Lopez Bustins et al. 2014).

Estas condiciones ambientales generan un gran número de situaciones favorables o no según el lugar y circunstancia a nivel general y particular para la agricultura, así entre las desfavorables (si es que realmente lo son), hay que destacar los estreses ambientales (bióticos y / o abióticos), con la particularidad, que debido a la gran cantidad de energía que la actividad humana ha puesto en el sistema medible como CO2, las intensidades e interacciones entre estos estreses son cada vez mayores y más frecuentes (Terradas 2010).

Las proyecciones de los modelos climáticos presentan reducciones en la cantidad de agua total disponible para el largo de este siglo y si además, se tienen en cuenta el cambio global, que incluye entre otros los diferentes usos del suelo, el incremento territorial de población fija y móvil, las necesidades de la industria..., hay que considerar una previsible mayor competencia real por el agua, que habrá que ponderar según necesidades. Las condiciones edafoclimáticas son uno de los mayores condicionantes del desarrollo de la agricultura (http://www.irta.cat/ca/irta-laigua-solucions-mon-mes-sostenible/).

En el escenario de cambio climático, en el que hay que asociar irrefutablemente el cambio global, que continuará al menos a lo largo del presente siglo, la agricultura jugará un papel muy importante en el mantenimiento de la población y su estado de salud, en el desarrollo de la riqueza y el mantenimiento de una red sociocultural estable en el paisaje y en el ofrecimiento de productos ecosistémicos asociados a él.

El cambio climático puede aumentar la temperatura a nivel general (https://www.ccma.cat/el-temps/els-grafics-mes-clars-per-veure-el-canvi-climatic/noticia/2862319/), sin embargo donde son apreciables los cambios y los efectos para la sociedad, son los locales, ya que estos pequeños cambios de temperatura pueden tener gran influencia a nivel del equilibrio de carbono fuente / sumidero, del crecimiento vegetal (morfológico y metabólico), de las variaciones en la fenología de las especies y por tanto en sus inter relaciones ya sean de depredación, competencia, simbiosis o patogenicidad.

Así, determinadas zonas de la Península Ibérica están más expuestas y son potencialmente más vulnerables al cambio climático y consecuentemente sufrirán efectos directos (menor productividad cualitativa y/o cuantitativa) o indirectos (mayores costes) en la productividad agrícola.

Este incremento térmico, según el informe de la AEMED del 2019 (http://www.aemet.es/ca/noticias/2019/03/Efectos_del_cambio_climatico_en_espanha) y el tercer informe del Cambio Climático en Cataluña de 2016 (ver gráficos adjuntos), puede llegar a subidas significativas de hasta 4ºC y un descenso en la pluviométrica no significativamente, pero con tendencia a reducirse y mostrarse muy irregular, todo en comparación con el periodo previo a los años 80 del pasado siglo (http://cads.gencat.cat/web/.content/Documents/Publicacions/tercer-informe-sobre-canvi-climatic-catalunya/TERCER_INFORME_CANVI_CLIMATIC_web.pdf).

Así en los grandes cultivos plurianuales leñosos, como la vid, con unas 950.000 ha (35% regadío y 65% secano aproximadamente), 2.500.000 ha (40% riego y 60% secano y los frutales con unas 425.000 ha (la mayoría en riego) se han visto históricamente afectados por los estreses ambientales derivados del clima que nos es propio, pero que se ha visto exacerbado en los últimos tiempos, sequias de mayor intensidad y duración, heladas tardías, granizo, lluvias con elevada torrencialidad…, junto con episodios de olas de calor, asociadas a movimientos de masas de aire saharianas, que nos han incidido des de siempre, pero en fechas más avanzadas (julio), por menos días y afectando solo a zonas costeras (https://www.ccma.cat/324/lescalfament-global-avanca-la-verema-i-porta-vins-amb-mes-graudalcohol/noticia/2948702/?fbclid=IwAR35KHdb7BbGUNmlPMsiQtYTCo9wgfP7YQIgDixMS9tAWv6KenZQPHM6ep4#.XYNKK5Viioo.facebook; https://www.ivoox.com/robert-save-irta-a-sicom-cat-espanta-les-audios-mp3_rf_38638600_1.html).

En este contexto GLOBALVITI, proyecto de la convocatoria CIEN 2016 financiado por el CDTI trata de posicionar el sector vitivinícola español como modelo mundial en la búsqueda de soluciones y aplicación de técnicas innovadoras en relación a las enfermedades de la madera, el manejo integral de la viña y en los procesos de vinificación en un contexto de cambio climático.

Lo que se puede afirmar categóricamente es que se dispone de mucha, buena, detallada y contratada información del fenómeno del cambio climático y de sus efectos en las vides y el vino.

Se dispone de mucha información específica respecto de la agronomía de la vid, así como información de otros sectores aplicable a la viticultura.

Por todo ello, es importante, aceptar la situación, valorar las consecuencias y plantear las soluciones oportunas para cada situación edafoclimatica, tipo de material vegetal (variedad/porta injerto/edad) y producto final entregable (vino tranquilo o cava, especificidad o gran producción).

En este contexto, parece razonable, apostar por una viticultura orgánica, ecológica…mejor de bajo impacto ambiental y de sentido común, donde el suelo vuelva a tener relevancia, por el control de la erosión, el mantenimiento de la biodiversidad, el gran potencial como sumidero de carbono y en consecuencia en las estrategias de mitigación (https://www.4p1000.org/es;https://avicultura.info/el-irta-se-adhiere-al-proyecto-internacional-4-por-1000/;http://www.irta.cat/ca/les-reserves-de-carboni-organic-als-sols-agricoles-de-catalunya-ara-es-mostren-al-geoindex-de-icgc/), así como la captura y almacenamiento de agua, clave para los secanos, que son el 60% de nuestra viticultura. Al mismo nivel debe considerarse la selección del mejor binomio variedad/patrón para cada zona, así mismo la patología debe valorarse en un contexto holístico del cultivo, no buscando el problema, sino la solución integral y perdurable.

La tecnología es y debe ser una ayuda, pero no es ni será la solución al problema global al que nos enfrentamos, la solución pasa por seguir indicadores holísticos a nivel de cada parcela, de cada bodega en el contexto de su D.O. y/o realidad geográfica.

Por desgracia y por suerte no hay una solución, hay soluciones y por tanto tenemos muchas y buenas opciones para ser resilientes, es decir productivos en cuanto a cantidad y calidad, eso sí, debemos tomar responsabilidades, sabiendo que las decisiones tendrán consecuencias, más en un cultivo que se proyecta en los años duros del cambio climático. Lo único que no se puede hacer, es no hacer nada.

Material y métodos
Por todo ello, el trabajo se ha desarrollado en el contexto de un contrato especifico con Juvé y Camps, el cual se ha estructurado de acuerdo a los apartados siguientes:

1. Determinación de las características edafoclimáticas y agronómicas de los viñedos.
1.1 Recopilación de datos históricos públicos disponibles: estaciones climáticas.
1.2. Recopilación de datos históricos de manejo agronómico, rendimientos, fenología y plagas y enfermedades de las parcelas.
1.3. Análisis de la información y zonificación de las fincas. Detección de puntos sensibles y planteamiento de mejoras.

Relación de históricos con el clima histórico (serie 2003-2017): Construcción base de datos históricos Juvé y Camps con clima.

Análisis estadístico:
Para intentar explicar variables de interés, como el rendimiento o la fecha de cosecha, se lleva a cabo un análisis estadístico mediante regresión múltiple considerando cada variable respuesta (rendimiento y fecha de cosecha) y como variables explicativas los indicadores agroclimáticos calculados además de las características de cada parcelas (la variedad plantada, el tipo de portainjerto, la orientación de las filas, la pendiente media de la parcela, la edad del cultivo o la densidad de plantación). Para ello, antes se debe elegir entre variables que presenten problemas de colinealidad. En este caso sobre todo las variables que presentan alta colinealidad son las relacionadas con la temperatura. Por ello nos quedamos con los indicadores que contabilizan los grados días acumulados que presentan más variabilidad explicada para ambas variables respuesta. Después mediante un proceso de eliminación de variables hacia atrás (backward stepwise) nos quedamos con el modelo que mejor se ajusta.

Resultados y discusión
Los resultados obtenidos muestran la importancia relativa de las variables para explicar la producción son Variedad>>Orientación ≥ GDD totales ≥ Portainjerto ≥ Edad ≥ Pendiente

≥ Periodo máximo de sequía ≥ GDD dormancia ≥ Precipitación acumulada (hasta envero)
≥ Precipitación acumulada (hasta cosecha)
> Densidad de plantación.

El material vegetal tiene un valor preponderante. Las variedades Moscatel y Parellada son las más productivas y Malvasía la menos productiva de un total de 13 variedades. El portainjerto más productivo es SO4 y el menos 140Ru. Combinándolos la mayor producción se muestra en Macabeo/110R y Parellada/41B y la menor en Pinot Noir o Xarel·lo/110R o 41B. La mejor orientación es la suroeste y la variedad también condiciona el día de cosecha, independientemente del tratamiento agronómico.

Teniendo la precipitación acumulada y la integral de los grados día, una importante función moduladora de las características varietales.

Los resultados indican, que los secanos pueden manejarse con las mismas herramientas tecnológicas que los regadíos, como son los sensores del continuo suelo/planta/atmosfera y las imágenes hiper espectrales a distintos niveles de la cubierta verde del viñedo, con estos datos puede gestionarse la productividad, mediante el control de vegetación (hojas y frutos), contenido de agua en el suelo….

Lo cual puede redundar en una mayor estabilidad productiva, en aspectos cuantitativos y muy especialmente cualitativos.


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