La OIV ve prioritario conservar y salvaguardar el patrimonio genético de la vid en el mundo

La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) juega y debe seguir desempeñando un papel muy importante en la conservación y la salvaguardia del patrimonio genético de la vid en el plano internacional.

Esta será una de las prioridades de acción fundamentales de la OIV y de su Comité de Viticultura en estos próximos años, según destacó su director general, Pau Roca, en una visita reciente al Centro de Recursos Biológicos de la Vid (CRB-Vigne) de Montpellier (Francia).

Con nada menos que 8.000 accesiones procedentes de todos los países vitícolas, la colección ampelográfica de este Centro de referencia conserva no solo una gran diversidad de variedades, sino también de portainjertos, híbridos y especies emparentadas con Vitis vinifera.

El CRB-Vigne, unidad experimental del Instituto de Investigación Agraria (INRA) francés en Montpellier, se creó hace 140 años y, en la actualidad cuenta con una colección, en la que se conservan no solo una gran diversidad de variedades, sino también de portainjertos, híbridos y especies emparentadas con Vitis vinifera. Su labor está dedicada íntegramente a la conservación, caracterización y valorización de los recursos genéticos de la vid.

En el contexto de la labor desarrollada por el Grupo de expertos de la OIV, GENET - “Recursos Genéticos y Selección de la Vid”, perteneciente a la Comisión “Viticultura” (ver el Organigrama del Comité Científico y Técnico de la OIV), representantes de esta Organización visitaron recientemente el CRB-Vigne de Vassal-Montpellier.

En esta visita, el director general de la OIV, Pau Roca, el presidente del Grupo GENET, Luigi Bavaresco, y el jefe de la Unidad de Viticultura de la OIV, Alejandro Fuentes Espinoza, en particular, tuvieron la oportunidad de reunirse con Cécile Marchal, la responsable del CRB-Vigne y con los expertos Jean-Michel Boursiquot (Montpellier SupAgro, UMR AGAP) y Thierry Lacombe (INRA Montpellier, UMR AGAP).

Para la OIV, los objetivos del CRB-Vigne constituyen también una prioridad. De manera específica, para ciertas acciones, que ya se han puesto en marcha por parte de la Comisión “Viticultura” a través de su Grupo de expertos GENET.

Durante este encuentro, Roca mencionó el papel indispensable que debe desempeñar la OIV para la conservación y la salvaguardia del patrimonio genético de la vid a nivel internacional.

Puntos de interés

En tal sentido, se apuntaron varios aspectos de interés. Por un lado, referidos a la subespecie Vitis vinifera subsp. sylvestris o labruscas. Esta subespecie, considerada como el antepasado de Vitis vinifera, está clasificada como protegida en Francia, pues se considera amenazada. Esta amenaza de desaparición también existe en otros países.

La labrusca cumple una función de reservorio de genes que resulta crucial para el mantenimiento de la diversidad biológica de los viñedos del mundo. En particular, frente a la presión de las enfermedades o a su adaptación a las futuras perturbaciones climáticas. Por consiguiente, la OIV prevé llevar a cabo una acción que permita fomentar el mantenimiento y la preservación de las subespecies labruscas en diversos países.

Por otro, igualmente con vista a la preservación genética, la OIV se propone desempeñar un papel esencial en el mantenimiento/conservación de los recursos documentales de las colecciones ampelográficas existentes en todo el mundo.

Y, en este sentido, esta organización tiene previsto también realizar una acción para adaptar el formato de los recursos documentales de las colecciones ampelográficas a las nuevas prácticas surgidas de la revolución digital, a fin de facilitar el acceso a todos estos conocimientos y ofrecer así nuevas oportunidades a los actores del sector vitivinícola.

Por último, se resalta la acción en curso del Grupo GENET, relacionada con los descriptores para la especie Vitis, añadiendo que la OIV, históricamente líder técnico y científico en la descripción de variedades de Vitis, está actualizando precisamente estos descriptores.

Para la OIV, la descripción de las variedades y, en particular, la ampelografía, continúa siendo una herramienta fundamental en el campo de la viticultura para permitir a los diferentes actores del sector vitivinícola una mejor elección de las variedades productivas, con el fin de afrontar los nuevos retos medioambientales y el cambio climático.

El director general de esta organización espera, finalmente, que estas acciones se transformen en una prioridad fundamental para la OIV y para la Comisión “Viticultura”, “en un sector que hoy requiere cada vez más herramientas y respuestas diversificadas a diferentes escalas para seguir contribuyendo a su desarrollo”.