¿Cómo será el 2019 en Tempos Vega Sicilia?

 Publicado el Por Salvador Manjón

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Tempos Vega Sicilia es responsable de algunos de los vinos más icónicos de la enología española. La actual Tempos Vega Sicilia nace en 1982 de la mano de la familia Álvarez, su actual propietaria, cuando adquiere la mítica bodega de la Ribera del Duero (fundada en 1864) a la que se le irían sumando, a lo largo de los años, el resto de bodegas.  Así, en 1991 nace Alión, buscando un corte diferenciador del marcado clasicismo de Vega Sicilia, desde sus inicios marcó un punto de inflexión en la Ribera del Duero. En 1993 se fundó Tokaj-Oremus (Hungría), buscando el máximo respeto por la tradición enológica de uno de los grandes vinos nobles del mundo. En 2001 la familia se incrementó con Pintia, en la región de Toro y en 2013 llegó el nacimiento de Macán (Bodegas Benjamin de Rothschild & Vega Sicilia), buscando la personalidad de la D.O.Ca. Rioja con una interpretación propia.

Recientemente tuvimos la ocasión de conocer las nuevas añadas que llegarán al mercado a partir de febrero de 2019, firmadas por los enólogos Gonzalo Iturriaga, Begoña Jovellar y Juan José Parra, cuya materia prima es responsabilidad del director de viticultura, Enrique Macías.

Empezamos con Mandolás 2016, un curioso vino blanco seco elaborado en la región húngara de Tokaj (conocida por sus vinos blancos dulces). Elaborado a partir de la variedad Furmint, ha ido evolucionando desde su primera cosecha en el 2001 hasta llegar a la de 2016, que es con diferencia, la mejor de todas las que hasta ahora, se han lanzado. Una serie de mejoras se han ido incorporando en todos sus procesos, desde el viñedo hasta su salida al mercado, conviviendo en perfecta armonía, la enología más moderna con la tradición ancestral. Una de las claves han sido los cambios en el tostado de las barricas nuevas utilizadas en el proceso de fermentación junto con batonages frecuentes y muy cuidados, que le devuelven la mineralidad del suelo volcánico característica de la región. Aromas muy finos junto con la frescura de su acidez natural. Disfrutable hoy, pero con potencial de guarda de una década si se conserva en condiciones óptimas.

A continuación, Pintia 2014 (D.O.P. Toro), 100% Tinta de Toro, efectúa la fermentación maloláctica en barrica (60%) de roble francés (80%) y americano (20%), para descansar finalmente en botella desde mayo de 2016. Pintia 2014 tiene una nariz franca y expresiva con aromas intensos, golosos y de fruta bien integrada con las especias de la madera. Añada voluptuosa, amplia y generosa. Un vino con mucha textura que no escapa a la elegancia propia de Vega Sicilia, pero con mayor contundencia, al que un prolongado reposo en botella le sentará de maravilla.

Luego vino Macán Clásico 2015 (D.O.Ca. Rioja), Tempranillo 100%. Su elaboración se lleva a cabo en depósitos de acero inoxidable, con una parte de fermentación maloláctica en roble, y una crianza en barrica nueva y de un vino, que oscila entre los 12 y los 14 meses en función de las características de la añada. La de 2015 se embotelló en mayo de 2017. Espíritu Rioja interpretado a la perfección por Bodegas Benjamin de Rothschild & Vega Sicilia. Ofreció la expresión más pura del Tempranillo de Rioja. Es un vino fresco, pero a la vez serio, con sustancia y concentración. Recuerdo fresco, frutoso y delicado.

 

Le siguió Macán 2014 (D.O.Ca. Rioja), elaborado a partir de una cuidada selección de la uva Tempranillo de las mejores parcelas de San Vicente de la Sonsierra, Labastida, Ábalos y El Villar. Fermenta en tinos de madera de roble francés durante 10-15 días, su crianza en barrica nueva de grano extrafino se alarga entre 16 y 18 meses, y descansa en botella durante al menos tres años antes de salir al mercado. La añada 2014 se embotelló en mayo de 2016 y en cata proyecta una expresión golosa, mostrándose como un vino voluptuoso, placentero pero a la vez hondo. En un momento de consumo fantástico, pero llamado a crecer en barrica durante la próxima década y media.

Volvimos al curso del Duero con Alión 2015 (D.O.P. Ribera del Duero), 100% Tinta Fina, pasa unos 12 meses en crianza de barrica de roble francés nueva y un 5% en roble americano.  La añada de 2015 se trabajó con un 80% de roble nuevo y el resto en barricas usadas. Embotellado en junio de 2017. Se mostró carnoso, complejo e intenso. Más concentrado y profundo que otras añadas. Un vino elegante y de gusto universal. Muy versátil. Se beneficiará enormemente de los meses en botella que le restan hasta que salga al mercado (potencial de guarda de 15 a 20 años).

La cata siguió con Valbuena 5º 2014 (D.O.P. Ribera del Duero), mantiene el coupage de 95% Tinta Fina y 5% Merlot, criado en madera francesa y americana (barricas de 225 litros nuevas y usadas, y tinos de 8.500 litros). Gracias al buen trabajo en la viña, limitando la producción y a la crianza de su segundo año en tinas, se ha conseguido un Valbuena 5º 2014 aterciopelado, con complejidad, armonioso. Un vino refinado que es, tal vez, la expresión más pura del tinto en Vega Sicilia, que muestra el factor añada con claridad. Armonía embotellada en junio de 2017, pero con larga vida por delante (más de dos décadas de capacidad de guarda).

Pasamos a Vega Sicilia Único 2009 (D.O.P. Ribera del Duero), 94% Tinta Fina y 6% Cabernet Sauvignon, cuya crianza, con un mínimo de 10 años entre madera (francesa y americana; barricas de 225 litros nuevas y usadas, y tinos de 20.000 litros) y botella (se embotelló en junio de 2015), probablemente sea la más larga del mundo. Con esta añada 2009 se retoma el ciclo “normal” de Único, volviéndose a comercializar (en 2019) una década después de su vendimia. La de 2009 se mostró como una añada potente y generosa, para un vino con estructura y elegancia, amplio, profundo y suculento. Apto ya para beber, pero el destino de este vino es ser descorchado décadas más tarde (potencial de guarda de hasta 60 años), si se tiene el temple y la paciencia para no abrirlo antes.

Luego llegó Vega Sicilia Único Reserva Especial (mayoritariamente añadas 2006, 2007 y 2009) (D.O.P. Ribera del Duero). Es el vino que concentra la filosofía de la bodega en cuanto a constancia de producto se refiere y representa el estilo Vega Sicilia. Expresa a la perfección la Tinta Fina (complementada con la Cabernet Sauvignon). Mantiene fruta bien madura bajo una estructura balsámica y un fondo tostado y mineral. Inmenso en boca, con frescura y acidez cítrica, sabroso y estructurado. Eterno. Una elegancia llamada a ser infinita con la guarda en botella.   

Por último, catamos el dulce tokaj Aszú 5 Puttonyos 2008, un vino mítico de lágrima y elaborado con uvas afectadas por botrytis cinérea (podredumbre noble). Al mosto base se le añaden 5 cestas (puttonyos) de 25 kilos cada una de uvas vendimiadas una a una y cubiertas de botrytis. Estas uvas son maceradas durante dos días hasta que aumentan de tamaño, para después ser prensadas levemente para pasar a fermentar en roble húngaro y luego a criarse en barricas de varios tamaños durante entre 24 y 36 meses. Excitante, con aromas dulzones, profundos y elegantes. Sorprendente vino mágico botrytizado, con una acidez (9,5 g/l) perfectamente equilibrada con la carga de azúcar (139 g/l).


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