Oliete pretende salvar 200.000 olivos a través del apadrinamiento

Oliete, pueblo de la provincia de Teruel, en el valle medio del río Martín, cuyo nombre rinde homenaje al más emblemático de los árboles mediterráneos, acaba de culminar con éxito la primera etapa de un ambicioso proyecto cultural liderado por Alberto Alfonso, olietano que tiene como objetivo la recuperación de 200.000 ejemplares de olivos abandonados (la mayoría de la variedad Empeltre y acebuches) del municipio.

El pasado 2 de junio, se ponía en marcha el proyecto: Apadrina un olivo (www.apadrinaunolivo.org), de Oliete (Teruel), y al cierre de estas líneas (28 de julio) son 210 las personas que han secundado esta iniciativa. “El objetivo es llegar a los 1.500 en un año”, comenta con especial énfasis Alberto Alfonso. Con ello, no solo se generarían puestos de trabajo en esta olvidada zona del interior de la provincia de Teruel, potenciando el turismo cultural, sino también se beneficiaría el consumo de productos artesanales. De hecho, ya son varias las personas que están trabajando con ímpetu en esta iniciativa; entre las cuales: Claudio Sabat, quien no dudó en dejar su trabajo de comercial en Barcelona, para trabajar a media jornada en el cuidado de los olivos de Oliete; también la conocida pintora local, Nati Cañada, convertida en Madrina de Honor. La Zarzuela, además, ya ha recibido una carta, invitando al rey Felipe VI para que acepte el nombramiento de Padrino de Honor.

En las cláusulas de este proyecto figura que los padrinos y madrinas pueden llevar a cabo un seguimiento de su olivo en internet, estrechando sus lazos de proximidad con el árbol apadrinado; igualmente tienen el derecho de acercarse a Oliete, para conocer de cerca el lugar y el desarrollo del proyecto, como ha sucedido hace unos días, con la llegada de una quincena de padrinos de estos singulares árboles, al tiempo que visitaban las fincas con estos árboles en la zona de La Val, La Cantalera y Sancha Abarca. En esta quincena de primeros padrinos llegados a Oliete desde diferentes lugares de la geografía hispana (Barcelona, Madrid, Cantabria, Navarra, etc.), destacamos a Javier Martínez y Pilar Olivares, matrimonio de Castro Urdiales, quienes manifestaron: “Es precioso que se recuperen valores que se van perdiendo por la despoblación y la marcha de los jóvenes a la ciudad”, al tiempo que no podían evitar su admiración al contemplar la belleza de unos árboles que están siendo recuperados. Roberto Torres, llegado de Barcelona, que desea exportar la idea fuera de España, comentó: “El aceite en otros países tendría mucha acogida y crearía puestos de trabajo”

Por 49,90 euros al año una persona se convierte en padrino de uno de estos árboles que forman parte de la Asociación para la Recuperación de Olivos Yermos de Oliete. Los padrinos pueden dar nombre a su olivo, y recibir fotografías, así como un certificado acreditativo. Pero, además, pueden obtener una información detallada de las labores que lleven a cabo en el árbol, a lo largo de todo ciclo anual, con el desarrollo del fruto y su recolección. Cada año reciben también dos litros de aceite virgen extra producido por las olivas del árbol apadrinado y consiguen algunos descuentos. Felicidades por esta iniciativa. Hay que destacar que hay otras iniciativas similares, como la que promueve www.apadrinaunolivo.es en la localidad de Rute (Córdoba).

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